No hay nada peor que tener una caja llena de cintas, cordeles y lazos sueltos y no ser capaz de encontrar nada.
Por no decir el tener que deshacer nudos y líos al encontrar la cinta deseada.
Como eso era algo habitual en mi desastrosa caja de cintas, un día decidí poner orden y convertir el caos en una carpeta con las cintas bien colocadas y organizadas.
Realizada con restos de cartones, para las cubiertas los forré con papel decorado y para la organización interior los recorté con unos medios círculos en los laterales para colocar las cintas con mayor facilidad. Después lo uní todo con anillas metálicas y el resultado además de ser muy práctico, ocupa menos espacio.
Además, cada vez que necesito una cinta, se dibuja una sonrisa en mi cara al ver lo ordenaditas que las tengo. Raro en mí, que soy un poco desastre y nunca encuentro nada. :)
Espero que os guste y os sirva de idea.
Hasta pronto.
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