Un bonito recuerdo resultado de una tarde de juego con pinturas.
Se me ocurren muchas cosas para hacer con las huellas de los peques. Es un detalle muy personal para tarjetas, cuadros y regalos. Pero yo he querido guardarlas de recuerdo decorando dos páginas de mi (abandonado) smash.
No os podéis imaginar lo bien que se lo pasó el mayor untandose las manos y los pies para pintar. Una tarde entretenida, con una divertida actividad.
Eso sí, hay que proteger bien suelo y alrededores para no ponerlo todo perdido, porque ya os podéis imaginar el control que tiene un niño pequeño (2 años en mi caso) con pinturas en las manos.
Espero que os guste y os anime a jugar. Hasta pronto.
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